El pasado mes de julio, la Food and Drug Administration (FDA), agencia gubernamental encargada de controlar la comercialización de nuevos medicamentos y alimentos en territorio americano, ha autorizado el segundo procedimiento. Según la compañía que propone ambos tratamientos, no hay nada que temer de la tecnología de las microondas. En opinión de Robert Ellis, vicepresidente de marketing de Miramar Labs, la aplicación de esta tecnología en el ámbito de la medicina -desde la oncología a la urología- existe desde hace décadas. Para Ellis, estos tratamientos se incluyen en la misma categoría que los láseres utilizados en dermatología cosmética. El portavoz de Miramar Labs resalta que si las microondas pudieran causar cáncer u otras enfermedades, no se utilizarían para curar los tumores cancerosos.

El tratamiento, según la empresa, no es doloroso gracias a la anestesia local utilizada. En función del procedimiento, la paciente puede experimentar una ligera succión y una sensación de calor en el brazo. Una vez finalizado, los clientes pueden notar hinchazón y experimentar dolor y rojeces sobre la zona tratada. Aun así, la mayoría de la gente se incorpora a su vida laboral tras el tratamiento.

Los tratamientos de depilación definitiva con láser utilizan el contraste de color entre la piel y el folículo piloso para eliminar el vello. Esto es difícil para las personas que no tienen una gran diferencia entre el tono de la piel y los pelos a suprimir con láser. La tecnología a base de microondas utiliza, únicamente, el calor y es útil para todo tipo de vello y color de piel.









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