La industria del comercio electrónico de América Latina está en auge a medida que millones de compradores de toda la región se aventuran en línea durante la pandemia, muchos por primera vez, lo que obliga a las empresas tradicionales a adaptarse para sobrevivir. El sector ha sido uno de los que se han visto beneficiado, y mucho, por el brote de coronavirus, ya que el temor a la infección y las medidas de bloqueo mantienen a los consumidores en casa.

"El Covid-19 ha sido un acelerador de tendencias, y en el comercio electrónico ha sido muy poderoso", declara Oscar Silva, experto en estrategias globales con la consultora KPMG en México. "Más de 10 millones de latinoamericanos que nunca habían comprado en línea ahora lo hacen regularmente".

Mercado Libre, la plataforma on-line que triunfa en América Latina

La fuerza regional dominante no es Amazon o eBay sino Mercado Libre, que tiene un modelo de negocio similar y está presente en 18 países. A pesar de la agitación económica desatada por la pandemia, la empresa argentina duplicó sus ventas en el segundo trimestre de este año gracias a un aumento del 45 por ciento en el número de clientes a 51,1 millones. Su capitalización de mercado alcanzó los 55.000 millones de dólares, desafiando al gigante minero brasileño Vale por el título de la empresa más valiosa de América Latina.

Los gobiernos de la región, además, están considerando el auge en línea como una fuente de ingresos fiscales para financiar el aumento del gasto público durante la pandemia.

El cambio tectónico en los hábitos de consumo, además, y según todas las opiniones, es probable que perdure y se quede entre nosotros.

David Geisen, jefe del departamento mexicano de Mercado Libre, ha dicho que "los usuarios leales ahora compran en 12 días lo que compraron antes en 17, usuarios frecuentes en 24 días lo que compraron en 79, y usuarios esporádicos en 29 días lo que compraron en casi un año".

Al comienzo de la pandemia, los más vendidos incluían mascarillas faciales, gel antibacteriano, termómetros y oxímetros, pero la demanda se extendió gradualmente a otros bienes y servicios.

El auge ha llegado incluso a la economía apretadamente controlada de Cuba, con ventas en la plataforma tuenvio.com del gobierno, que luchó para satisfacer las expectativas de algunos clientes.

Las grandes plataformas son las ganadoras, pero también vemos negocios de barrio que mantienen a sus clientes o ganan otros nuevos usando algo tan simple como WhatsApp.

Según la firma AppsFlyer, las descargas de aplicaciones móviles de comercio electrónico crecieron 93 por ciento en el segundo trimestre del año en América Latina, con Brasil y México a la cabeza.

Al comienzo de la pandemia, los más vendidos incluían mascarillas faciales, gel antibacteriano, termómetros y oxímetros, pero la demanda se extendió gradualmente a otros bienes y servicios.

Brasil, la mayor economía de la región, vio crecer el comercio en línea casi 57 por ciento entre enero y agosto, con 135.000 nuevas tiendas en línea, según la Asociación Brasileña de Comercio Electrónico.

Los gobiernos de la región además están considerando el auge en línea como una fuente de ingresos fiscales para financiar el aumento del gasto público durante la pandemia.

También se están creando nuevos puestos de trabajo, sustituyendo a algunos de los perdidos durante la recesión económica.









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