"Volvería a La Habana ahora mismo. Creo que podría aportar muchas cosas a la peluquería cubana. Es más, me gustaría fundar una academia de peluquería allí". La peluquera menorquina, Joana Seguí, con más de 33 años de trayectoria, se muestra así de entusiasmada al relatar su estancia en tierras cubanas.

De la mano del estilista Marcel Montlleó -con 50 años como estilista a su espalda-, la peluquera menorquina viajó a La Habana con motivo del homenaje organizado a Juanita Mateo, peluquera catalana muy conocida en la capital cubana. Desde hace 30 años, Mateo transmite sus conocimientos y experiencia en el país, donde ha fundado un salón y una escuela de belleza. Fue precisamente Juanita Mateo quien introdujo los tintes en la isla caribeña.

La idea de asistir a este evento se fraguó el pasado verano, a raíz de un encuentro entre Joana Seguí y Marcel Montlleó en Barcelona. Se trataba de un curso de peluquería, en colaboración con Salerm Cosmetics. A Seguí le parecía una oportunidad única y aceptó la invitación. Así pues, la fundadora de la peluquería Nou 9 de Mahón (Menorca) viajó a Cuba, donde colaboró, durante seis días, en el seminario organizado por Juanita Mateo.

El primer día se llevó a cabo una presentación oficial ante la prensa. Los restantes cinco días de preparativos se llevaron a cabo trabajos "muy técnicos". También se iniciaron los castings para el desfile de homenaje a Mateo que tuvo lugar el cuarto día de estancia en Cuba. Ante 450 profesionales cubanos se organizó un pase de modelos junto a una exhibición de peluqueros, incluida la propia Seguí. "En la Habana, con todo el respeto, están atrasados 20 años en técnicas y cortes de peluquería. Todavía siguen con el corte choc. Hacen recogidos demasiado clásicos. Y les falta variedad en color. Deben innovar y ahí les puedo ayudar", explica.

En opinión de Seguí, la peluquería cubana abusa de las melenas demasiado rectas. Para paliar esta tendencia, enseñó a perfilar el cabello con la tijera de vaciar a los asistentes al curso. De este modo, el cabello tiene más movimiento y no muestra un aspecto tan compacto, según la peluquera menorquina, para quien los/as cubanos/as tienen "un cabello muy grueso y variado". En coloración, triunfan los cobrizos ya que la población tiene un tono de piel más oscuro. "Le dan mucha importancia al cabello natural. También les gustan los tonos rubios, los tierra y, sobre todo, los cobrizos".









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