"Es un orgullo haber tenido como cliente cada mes durante 20 años a monseñor Bergoglio, hoy papa Francisco" dijo Mario Sáliche, de 71 años, uno de los empleados del local. Ésta es la frase que está escrita en el ingreso a la peluquería Romano, en la Avenida de Mayo, 560, a escasos metros de la Catedral Metropolitana, donde el Santo Padre iba para que le hagan un corte tradicional y después también trabajos de pedicuría.

Mario Saliche, uno de los peluqueros que le atendió en esos 20 años: "Hasta el momento en que él venía éramos tres peluqueros. Él siempre prefería un corte tradicional. Es una persona culta, educada y muy respetuosa".

Saliche, quien se desempeña en este lugar desde hace 35 años, resaltó: "El padre Jorge es una gran persona. No es necesario que yo lo diga sino que lo dice el mundo. Nosotros, que siempre lo hemos tratado, nos hemos puesto muy contentos cuando nos enteramos de que había sido elegido Papa. Es un gran hombre que le hará mucho bien a la humanidad".

Mario recordó que la última vez que le cortó el pelo a Bergoglio fue "unos 15 días antes de irse al Vaticano. Fue en marzo. Estoy muy orgulloso de él. Bergoglio no tiene rivales. Es una persona especial. Son de esas personas que, en el mundo, nace uno cada mil años". "Era un hombre con quien todos nosotros charlábamos todo tipo de temas. Todos los temas estaban presentes y él tenía una respuesta para cada uno de ellos".

Y hoy, la peluquería, ubicada en una tradicional galería comercial de Buenos Aires, ha incrementado el número de clientes como también de turistas que se acercan para hacerse fotos con Mario o en el sillón donde se sentaba el Papa para que le realicen el corte tradicional que siempre pedía.
"Si cobráramos un dólar por cada foto tendríamos tanta plata que podríamos ayudar a Bergoglio en la Iglesia", remarcó, sonriente, Mario Saliche.

Fuente: El Liberal.

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