Estados Unidos ya está un paso más cerca de prohibir la discriminación por la textura o el estilo del cabello, un problema que afecta especialmente a quienes llevan el pelo "afro", trenzado o con rastas.

La Cámara de Representantes de EE UU acaba de aprobar un proyecto de ley que reconoce que las personas de ascendencia africana se han visto "rutinariamente" privadas de oportunidades educativas y laborales por su pelo.

La discriminación por el cabello, considerada delito

La iniciativa, que aún debe ser debatida en el Senado, busca tratar la discriminación por el cabello como un delito similar a la discriminación por motivos raciales o de país de origen bajo las leyes de protección de derechos civiles.

La medida ha sido impulsada por Bonnie Watson Coleman, la primera mujer afroamericana en representar al estado de Nueva Jersey en el Congreso y una fiera defensora de los derechos de las mujeres negras.

"Para los afroamericanos, dejar crecer el pelo natural es a menudo considerado 'poco profesional' simplemente porque no se ajusta a los estándares de belleza blancos. La discriminación contra el pelo afroamericano es discriminación contra los afroamericanos", ha dicho Coleman en un comunicado tras la aprobación del proyecto.

La congresista ha estado respaldada por un nutrido grupo de legisladoras con raíces africanas, como Ilhan Omar, nacida en Somalia y que cubre su pelo con un hiyab. Ella y Rashida Tlaib fueron en 2018 en las primeras mujeres musulmanas en ser elegidas para el Congreso estadounidense.

La medida ha sido impulsada por Bonnie Watson Coleman, la primera mujer afroamericana en representar al estado de Nueva Jersey en el Congreso y una fiera defensora de los derechos de las mujeres negras.

El proyecto de ley lleva el nombre de "CROWN" (Corona) y responde a las siglas en inglés "Creating a Respectful and Open World for Natural Hair" (Creando un mundo abierto y respetuoso para el cabello natural).

Fue aprobada con el voto a favor de 235 legisladores (todos los demócratas y 14 republicanos), mientras que 189 conservadores votaron en contra.

Durante el debate en la Cámara Baja, los republicanos argumentaron que esa medida no era una prioridad para Estados Unidos, sumergido en una inflación no vista en décadas y con los precios de la gasolina cerca de récords históricos.

La legisladora afroamericana Barbara Lee consideró "indignantes" los argumentos de los republicanos, pero aseguró que no se sentía sorprendida.

"A cada paso que dan, los republicanos tratan de disminuir la humanidad de las comunidades de color y, una vez más, defienden el supremacismo blanco", arremetió Lee, quien invitó a los conservadores a debatir el contenido de la medida y dejar de escudarse en excusas.

La iniciativa aprobada por la Cámara Baja es similar a proyectos de ley aprobados en 15 de los 50 estados de EEUU y en 30 ciudades para prohibir la discriminación por la textura o el estilo del cabello.

Poco después, la Cámara de Representantes de Massachusetts aprobaba su propia versión del texto.









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