Fundada y localizada en Brasil, esta es una cadena de salones de belleza que se especializa en cabellos rizados.

Con el fin de ofrecer una alternativa distinta, Leila Velez comenzó lo que se convertiría en una de las cadenas más importantes en Brasil, Beleza Natural, cuando apenas tenía 19 años de edad. Tanto así que hoy cuenta con 5 mil empleados en todo el país y 130 mil clientes cada mes.

Leila Velez ofreció soluciones para las mujeres de pelo rizado, consolidándose como uno de los casos de éxito empresarial en Brasil gracias a su enfoque especializado.

La brasilera está trabajando para internacionalizar su marca, a la par que ofrece capacitación a sus empleados y servicios únicos y personalizados a sus clientes.

¿Por qué tuvo éxito?

Una vez más, una oferta distinta es la clave para el éxito. Velez vio una problemática en los salones de belleza comunes y decidió atacarla con una propuesta innovadora que tiene como base el antiestereotipo.
Así, ofreció soluciones para las mujeres de pelo rizado, consolidándose como uno de los casos de éxito empresarial en Brasil gracias a su enfoque especializado.

En un país donde el 70% de la población tiene el cabello ondulado y muy crespo Leila se ha opuesto a la dictadura de la mujer Barbie para revelarse contra el canon de belleza impuesto por los países occidentales. Y lo ha hecho generando miles de puestos de trabajo y posicionándose como una de las empresarias mejor valoradas de su país, creando una marca valorada en 100 millones de dólares.

Los comienzos

Al principio nadie creía en su proyecto y le costó lograr línea de crédito porque, como ella misma explica, “quienes toman las decisiones de crédito no tienen el pelo rizado, no pertenecen a la clase social a la que nos dirigimos y no entienden el negocio”.

Con dos hijos y un negocio en pleno apogeo Leila sacó tiempo para terminar su licenciatura, realizar un MBA y diversos cursos en las universidades de Harvard, Columbia y Stanford con los mejores mentores. Participó en un concurso de emprendedores en el que era la única mujer y la única de color. Y logró ganar.

Una oferta distinta es la clave para el éxito. Velez vio una problemática en los salones de belleza comunes y decidió atacarla con una propuesta innovadora que tiene como base el antiestereotipo.

Su padre trabajaba como portero en un lujoso edificio. Desde pequeña vio como sus jefes llevaban a sus hijos a clases de inglés. Con 13 años convenció a una profesora para que le diera clases a cambio de limpiar la escuela por las noches.

Pero hay más, a pesar de su éxito no se acomoda. "En Brasil hay tendencia a que cuando triunfas te estancas en la zona de confort. Como emprendedora tengo el compromiso de cambiar mi país y mostrar que es posible ser honesta, seria, tener una compañía que no dependa de la corrupción, crear trabajos y promover el desarrollo de las personas".









Recomendamos